En realidad, tanto da cantar en
el Madison que canturrear a escondidas, igual que da lo mismo venir al mundo con voz de Pavarotti
que desafinar como un becerro. De hecho, salvo para los profesionales, no hay diferencia alguna entre nacer virtuoso de algún
instrumento y no distinguir una flauta de un acordeón.
Lo digo en serio. Lo verdaderamente
importante es que la música esté en tu vida, de la manera que sea. Que te
acompañe siempre allá donde estés, que te motive y que te emocione. Y sobre
todo que la compartas.
L@s Trover@s, o sea ustedes y nosotros, tenemos ese
privilegio. La música va cosida a nuestros pantalones (o faldas) y no nos la
podemos despegar, ni podemos evitar compartirla. Ya sea sobre un escenario, entre
amigos en la barra de un bar o en la intimidad del hogar, siempre está ahí, siempre aparece, unas veces mejor y otras… da igual.
Somos Trover@s , ustedes y nosotros, sencillamente porque amamos la
música, y porque ella nos bendice cada día con su presencia.
La Trova
No hay comentarios:
Publicar un comentario