Somos unos timadores. Sí, no
nos queda otra que confesarlo. Hemos estafado a todos en cada rincón de
nuestras islas, en cada pueblo y en cada plaza. Nos
hemos aprovechado sin piedad de la bondad de nuestra gente, de los niños y de
los mayores, de todo ese público que nos quiere. Les hemos robado ofreciéndoles
un trato claramente desigual.
Porque allá donde hemos actuado nosotros tan solo hemos puesto la música, unas pocas luces y un escenario; y a cambio ellos, ustedes, nos han regalado sus contagiosas sonrisas, su buen humor y su alegría. Así que literalmente, les hemos robado. Lo confesamos aquí y ahora, es un trato desigual. Siempre salimos ganando.
Por
eso La Trova tiene una deuda infinita con ustedes. Una deuda que
queremos pagar. Estamos trabajando en ello.
Será en las próximas Navidades. Allí empezaremos a pagarles, a devolverles todo lo robado. Aunque solo sea una pequeña parte, porque la deuda con ustedes seguirá siendo enorme.
Porque allá donde hemos actuado nosotros tan solo hemos puesto la música, unas pocas luces y un escenario; y a cambio ellos, ustedes, nos han regalado sus contagiosas sonrisas, su buen humor y su alegría. Así que literalmente, les hemos robado. Lo confesamos aquí y ahora, es un trato desigual. Siempre salimos ganando.
Será en las próximas Navidades. Allí empezaremos a pagarles, a devolverles todo lo robado. Aunque solo sea una pequeña parte, porque la deuda con ustedes seguirá siendo enorme.
Juntos
podemos convertir nuestro próximo encuentro de Navidad en una noche mágica.
Bastará con que, en esa noche, cierren los ojos, se tomen de las manos con
nosotros y PIDAN UN DESEO. Pero tendremos que pedirlo de verdad. Tendremos
que desearlo de todo corazón, e incluso que gritarlo si es preciso.
La Trova estará ahí, para gritarlo con ustedes. ¿Quién sabe si se hará realidad?
En la próxima
Navidad cierra los ojos, sueña, PIDE UN DESEO… con La Trova
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